23 noviembre, 2008

"En el principio de los tiempos los hombres utilizaban armas de piedra, que se quebraban con facilidad; pasados los siglos las sustituyeron por utensilios de hierro, que si bien eran mucho menos resquebrajadizos, presentaban la desventaja de oxidarse rápidamente.
Y entonces a un herrero se le ocurrió la feliz idea de crear una aleación de metales que llamó acero. Pero el acero, para llegar a serlo, debe pasar por las pruebas de los elementos: primero por el fuego para fundirse, acto seguido por el agua y el aire para endurecerse y finalmente por la piedra para forjarse. Y por fin se convierte en una espada de acero, la más resistente de las armas."

- Y supongo -dije yo irónica- que la moraleja de la historia es que uno solo se hace fuerte después de superar todo tipo de pruebas.

- Fuerte no. Fuertes lo eran ya la piedra y el hierro -afirmó categórica-. Flexible. Ahí radica la diferencia. No puedes sobrevivir si no lo eres. "



-Beatriz y los cuerpos celestes-

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Vacíate.
Abraza la paz perfecta.
El Mundo se mueve y gira;
Obsérvale regresar a la quietud.
Todas las cosas que florecen
regresarán a su origen.
Este regreso es pacífico;
Es el camino de la Naturaleza, eternamente decayendo y renovándose.
Comprender ésto trae la iluminación.
Ignorarlo lleva a la miseria.
Aquel que comprende el camino de la Naturaleza llega a apreciarlo todo.
Apreciandolo todo, se convierte en imparcial.
Siendo imparcial, se convierte en magnánimo.
Siendo magnánimo, se convierte en parte de la Naturaleza.
Siendo parte de la Naturaleza, se hace uno con el Todo.
Siendo uno con el Todo, se alcanza la inmortalidad.
Piensa que el cuerpo perece, el Todo no.

Argeseth dijo...

Mmm, la flexibilidad es justamente lo que nos permite adaptarnos al entorno y cuando eso no ocurre, entonces las personas se frustran.
Es una buena lección.