10 junio, 2008

Escribo, escribo, escribo.
No me canso de escribir.

Si es así, quizá es porque
te encuentro en todas mis palabras,
en todos mis latidos acelerados
y respiraciones agitadas.

No te mandaré mensajes.
No habrá canciones que le recuerden
a tus oídos mi existencia.

Sólo seré un recuerdo
perdido, en tu memoria.

Sólo seré el calor de un verano
que no acaba de nacer.

Me apareceré en tus sueños,
fíjate bien,
en forma de lluvia
para robarte un beso.

Y qué más da
por donde ulule el viento.

Con un susurro me apareceré en tu noche,
te cantaré nanas al oído
y haré que recuerdes el agua helada
que una tarde de nuestros cuerpos,
con un abrazo, evaporamos.

Y un día no muy lejano,
volveremos a encontrarnos
y no me harán falta poemas,
ni versos, ni palabras.

Hablaré tan poco como siempre
pero para ti no seré callada,
pues lo que no te diga con mis labios
te lo diré con la mirada.




"Pobre del hombre que ama,
qué triste el que no lo hace..."

1 comentario:

Argeseth dijo...

Bueno, el otro día quise dejar un comentario, pero al parecer el internet en el Medio Oriente es aun peor de lo que creía.
Me gustó todo, pero en especial esa parte de "Me apareceré en tus sueños, fíjate bien..." Es de una simpleza que estremece.